Robado de las frías manos de la Bestia sedienta de sangre y colocado en el altar, el Cáliz me ha conducido a la mazmorra pthumeriana de Bloodborne en la que pretendo adentrarme y de paso intentar que no me partan mucho la jeta.
Este vídeo continúa directamente del anterior, así que... ¿Saludar? Saludar está sobrevalorado...